Una luz en un escenario laboral oscuro. En esto se ha convertido el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) que, este año, busca 500 personas para trabajar en el certamen que se celebra del 15 al 18 de julio. El llamamiento que hace anualmente la organización ya ha atraído a 2.785 aspirantes que se han apuntado a las pruebas de selección, que se celebrarán entre el 28 y el 30 de junio en el Casal Jove de la localidad.

Principalmente, se buscan interesados en trabajar en hostelería, es decir, se dedicarán a servir a los fibers en las diferentes barras que se instalarán en el recinto de festivales de jueves a domingo.

En esta edición, como no podía ser de otra manera, la crisis económica también se ha hecho muy presente. De hecho, fuentes de la organización señalaronque han tenido que cerrar el plazo de admisión de las solicitudes al ver que la cifra sobrepasaba los cálculos que se habían establecido desde un primer momento.

En cuanto a la procedencia de quienes quieren trabajar mientras otros disfrutan de los conciertos del festival de música independiente benicense, un 70% es de la provincia de Castellón, el 15% de Valencia y, el resto, de diferentes puntos del país.

La mayoría de años, quienes acudían eran jóvenes estudiantes que aprovechaban para ganar un dinero y, de paso, gozar de los conciertos. Esta vez, se espera que el perfil cambie y se incorporen también las personas en paro.

Por otra parte, ayer se abrió el plazo para hacerse voluntario del FIB. Los interesados tendrán hasta el jueves, día 24, para registrarse y el día 25, un concurso será el que determine a los elegidos.

En esta ocasión, la cifra de vacantes se ha reducido considerablemente. En concreto, mientras el año pasado se escogieron 750 estudiantes, esta vez, los afortunados serán 450 que trabajarán de informadores, controladores o ayudantes de producción.