Prosiguen las excavaciones arqueológicas en la zona que ocupará el golf Sant Gregori, aunque estas no están resultando exentas de dificultades por el nivel freático del agua marina. En una cata situada a unos 100 metros de la costa ya ha brotado agua de mar, tras perforar apenas un metro. Sin embargo, en otra localizada frente al muro de contención, junto al camino que bordea la costa, se ha podido llegar a mayores profundidades, sin que haya habido intrusión marina. Eso puede deberse a la presencia de barrancos entorno al asentamiento, según comentó el arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, quien anunció que habrá que tener paciencia, dadas las difíciles características del terreno, aunque está esperanzado en los resultados que puedan obtener de la excavación abierta junto al camino, más cerca del mar.

Con estas catas se pretende localizar y dimensionar el asentamiento romano de Sant Gregori. La presencia de este poblado fue un punto que se tuvo en cuenta en el diseño de este PAI de golf, que obtuvo el pertinente informe favorable por parte de la Conselleria de Cultura.

En 1978 se realizó un sondeo muy cerca del mar, en la partida de Sant Gregori y propiedad de Francisco Pérez Saborit, hallando un asentamiento romano en el que se recogieron algunos fragmentos de un mosaico en blanco y negro y monedas, tales como un as libral de bronce de época republicana. Los restos hallados en zonas próximas, como en las partidas vecinas de les Salines o el Calamó, y en otro sondeo realizado a mediados de la década de los 80, hacen presagiar a los arqueólogos desde hace años la existencia de una villa soterrada.

Y es que con el final de los conflictos bélicos en Hispania, la comarca se fue llenando de villas cuyo origen republicano se puede documentar a partir de los materiales arqueológicos hallados. Es el caso del Calamó, en la zona del PAI Santa Bárbara, donde podría haberse dado una ocupación durante la etapa republicana (siglos II y I a. C.) o Sant Gregori.

El objetivo de Melchor es dimensionar el asentamiento de Sant Gregori, que se sitúa en la parte del recorrido golfístico más cercana al mar. De hallarse restos, cabría la posibilidad de ponerlos en valor y dejarlos al descubierto, como un testimonio histórico. H