Felicitaciones, y muchas, son las que merece el alcorino Agripino Gimeno que, en su huerto, ha conseguido cultivar dos calabazas que suman 150 kilos de peso. La más grande tiene dos metros de circunferencia y, la menor, 1,90 metros. Todo un récord que, en principio, tiene la intención de compartir con el vecindario.

Y es que se ofrece públicamente a regalar sus semillas y celebrar el próximo año el día de la calabaza en la capital de l’Alcalatén, en la que se incluiría una muestra para comprobar los resultados de todos los que las han cuidado y ver quien cosecha las mayores.

Agripino señala que se trata de dos calabazas de la variedad Atlantic giant que le dio un amigo que dedica sus ratos de ocio a plantar en su huerta especies vegetales muy peculiares, conocido como Toni, el del mármol, Cervera.

Cuenta Agripino que, después de cinco meses de plantar dos semillas, el resultado fue una mata con dos calabazas que, durante su crecimiento, fueron adquiriendo un tamaño que se salía de lo que se considera como normal.

Este alcorino, al igual que ocurría con sus amigos y vecinos, no salía de su asombro cada vez que visitaba su huerto y, día tras día, las veía crecer. Su único secreto, afirma, es abonar las matas con estiércol de gallina cada 15 días y regarlas con mucha frecuencia.

Y el resultado ha sido espectacular, con dos hermosas calabazas que le animan, todavía más, a cultivar su afición por la agricultura hasta el extremo de invitar a todos los vecinos de l’Alcora y de la comarca de l’Alcalatén a hacer lo propio y dar vida, el próximo año, al Día de la Calabaza. H