Una excavación que se realiza durante este mes en Vilafranca ha puesto al descubierto restos de utensilios que se remontan a entre 7.000 y 8.000 años de antigüedad y que utilizaron cazadores y recolectores de la zona. Además, se han encontrado restos de agricultores que poblaron las tierras. Los hallazgos se enmarcan en la primera campaña de sondeo en este yacimiento ubicado en un barranco cercano a la localidad. Las piezas se sitúan “en el Mesolítico Superior, de los últimos cazadores y recolectores que estuvieron aquí”, tal como apuntaba Dídac Román, uno de los directores del proyecto de la Universidad de Valencia. Román encabeza los trabajos junto a Inés Domingo, de la Universidad de Valencia, que señalaba que “hemos encontrado dos niveles: el inferior es donde están las piezas más antiguas, mientras que en el superior, en el que hemos tenido que retirar dos pesadas losas para acceder, hay obras de cerámica de los primeros labradores de la zona, por lo que coexisten dos culturas muy diferentes”.

El motivo de escoger este punto lo explicaba Román: “En los años 70, el profesor Ferran Arasa ya habló de este sitio, pero aún no se había trabajado en profundidad y creíamos que era muy interesante para el estudio y realizar una cronología sobre depósitos del Epipaleolítico hasta el Neolítico”. Parece ser que la parte del barranco “era un punto de paso tanto para los humanos como para los animales, por lo que era estratégico para la caza y, además, servía para circular cara al interior de la provincia o salir hacia la costa según los cambios de clima”, relataba Domingo.

Esta experta concluye que “por este enclave, antes, pasaban grupos reducidos de nómadas y se tapaban como podían, ya que este barranco no está demasiado resguardado, como hemos podido comprobar estas dos primeras semanas de excavación”. H