Un año más y dentro de la multitud de celebraciones en conmemoración de la segregación de les Alqueries de Vila-real que se han venido desarrollando a lo largo de esta semana, tuvo lugar ayer, a las 19.00 horas, el acto más significativo del conjunto de los festejos: la ofrenda en el monolito.

La programación comenzó con una misa de acción de gracias, a la que asistieron la comitiva municipal encabezada por la alcaldesa, Consuelo Sanz; la reina de las fiestas, Núria López, y sus damas; representantes de las entidades locales y numerosos vecinos.

Tras la eucaristía, el evento institucional de la ofrenda conmemoró el XXVI aniversario de la independencia de les Alqueries. El encuentro transcurrió entre las emociones contenidas de algunos componentes de la coordinadora de la Segregación que, con su lucha y tesón, hicieron posible la realidad que celebraban también los más jóvenes con entusiasmo.

Tras la lectura del Decreto 99/1985 del Consell de la Generalitat otorgando su independencia de Vila-real, por parte de la primera edila, tuvo lugar el tradicional disparo de cohetes simbolizando sus años de camino en solitario del municipio. El acto finalizó con el himno local a cargo de la Unión Alqueriense y la Coral Polifónica, seguido de una multitudinaria cena de pa i porta en el recinto del mercado. H