El Llar Fallero de la plaza l’Estacioneta de Burriana seguirá acogiendo todos los actos falleros en los próximos cuatro años, según se desprende de las declaraciones del concejal de Fiestas y Fallas, Carlos Solá, en la rueda de prensa que concedió ayer junto al presidente de la Federació de Falles para comunicar los acuerdos tomados en el último pleno fallero.

Solá manifestó que las negociaciones con los propietarios del local van en buen camino y que esperaban tener cerrado el trato durante los próximos días. Aunque no ha trascendido, el importe a satisfacer por el alquiler será bastante inferior al que se pagaba hasta ahora. Cabe señalar que el actual contrato de alquiler vence tal día como hoy, 30 de junio.

El concejal indicó que las conversaciones con los dueños del Fallero se están llevando a cabo en un clima de entendimiento para tratar de solucionar un problema tan importante como es el de que las fallas y el resto de asociaciones de la ciudad tengan un local para celebrar sus actos. Preguntado al respecto de la duración del nuevo contrato, Solá comentó que la oferta es para los próximos cuatro años, ya que, aunque en el programa electoral del PP se incluía la construcción de un nuevo local polifuncional que haría sus funciones, la actual coyuntura económica impide esta actuación que quedaría pospuesta hasta finales de la legislatura, cuando se prevé una mejoría en la capacidad inversora.

El abandono sufrido en la instalación en los últimos años debido a la falta de abastecedor, es otro de los problemas con los que ahora se encuentra el nuevo edil. En este sentido, Solá manifestó que en las bases para la adjudicación del servicio se incorporarán la realización de las actuaciones necesarias para poner en condiciones el local. Este contrato también se ofertará para los próximos cuatro años.

El problema del ruido es otro de los inconvenientes con los que tendrán que lidiar debido a las denuncias de una vecina. La solución podría venir con el dictamen de una ordenanza municipal que prohibiese el lanzamiento de tracas en las presentaciones falleras, que es el motivo principal de las quejas del vecindario.