Los más pequeños de Nules volvieron a ser los protagonistas de la ancestral festividad de les Barraquetes, una celebración que, por su singularidad, ha merecido la declaración de fiesta de interés turístico, concedida en el 2010 por la Conselleria de Turismo.

Desde pasadas las 11.00 horas, numerosos vecinos se acercaron hasta la plaza Mayor para recoger las más de 300 cañas verdes que el Ayuntamiento repartió para que las familias pudieran confeccionar sus barraquetes. En la elaboración y decoración con flores de este elemento indispensable para la celebración participaron abuelos, padres y niños, ya que esta arraigada tradición es capaz de unir a diversas generaciones.

Esta costumbre tiene sus raíces en el siglo XVI, cuando la iglesia ofrecía la comunión a los soldados acampados en la zona bajo el reinado de Felipe II. Ese gesto fue evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en lo que es ahora, una celebración familiar con gran importancia tanto religiosa como social, en la que los niños presencian desde el interior de las singulares construcciones el paso del Corpus.

Asimismo, cabe recordar que en el año 1967 dejó de celebrarse esta festividad única. Fue en el 1992 cuando, con motivo de la exposición El legado de la iglesia en Nules, se retomó y, año tras año, cobra más fuerza, tanto por su auge turístico como por el número de nulenses y turistas de todas las edades que toman parte.

El concejal de Fiestas y Tradiciones, Manuel Martínez, destacó el hecho de que la fiesta regrese a la plaza Mayor después de un año ausente por las obras de mejora del entorno, “un hecho que, sin lugar a dudas, la magnifica y le da un aire nuevo, ya que no podemos olvidar que hemos recuperado y dignificado un espacio público para varios eventos”. H