Los propietarios de la zona del casco antiguo de Peñíscola podrán optar a una serie de ayudas menores en el caso de que se decidan a emprender actuaciones de mejora en sus casas, tales como el pintado de las fachadas, la adecuación de las medianeras, la reparación de balcones o el acondicionamiento de elementos como persianas o aleros. Las subvenciones están contempladas dentro de una ordenanza aprobada recientemente por el consistorio, siguiendo los supuestos del plan especial de protección del casco.

El concejal del departamento, Romualdo Forner, defiende que esta línea tiene la doble finalidad de “mejorar la imagen de sus propiedades a la vez que el aspecto global del conjunto histórico-artístico”. Las construcciones beneficiarias deberán estar dentro de esta zona y cumplir con una antigüedad de más de cuatro años. Además de la aportación del consistorio, se plantea la posibilidad de contar con el asesoramiento técnico “y la redacción de la documentación de la obra menor para la rehabilitación en caso de ser necesario”, detalla Forner.

El importe de las ayudas será del 30% del coste de la ejecución y el material empleado, con un tope de hasta los 3.000 euros por vivienda. El casco histórico de Peñíscola cuenta con unos 500 propietarios que podrían beneficiarse de esta iniciativa. H