La Salzadella volverá a celebrar la Fira de la Cirera en el 2012 tras el parón de este año. Y lo hará variando su funcionamiento, ya que el nuevo equipo de gobierno ha aprobado la modificación de las normas del encuentro.

El alcalde, Cristóbal Segarra, explicó que, entre los cambios más significativos, destaca “la exención del pago de una cuota a quienes instalen un estand”. Hasta ahora los vendedores de cerezas tenían que abonar 400 euros por su participación, un canon que se elimina y que el primer edil consideraba como “abusivo”.

Eso sí, se limitará el número de mostradores a una decena, más o menos. Tampoco tendrán que pagar los bares que instalen barras en el recinto ferial y que también debían aportar 400 euros. “En el evento se vuelcan los vecinos y no nos parece justo que tengan que abonar por participar”, dijo.

No obstante, para paliar la disminución de ingresos en la organización de la cita, Segarra prevé que se apliquen recortes en los gastos “para tratar de minimizarlos y pediremos ayudas al resto de administraciones públicas”.

Por otro lado, otra medida que se quiere implantar es suprimir la obligación a las asociaciones de colaborar en el montaje de las paradas. Segarra indica que “no se puede permitir obligar a las entidades a esta tarea solo porque monten un estand”. Y como ejemplo puso a las amas de casa, “que debían de cargar con trastos como compensación a tener su propio mostrador en la feria”.

Además, se prevé la creación de una comisión especial en la que se dé cabida a los colectivos para que aporten sus sugerencias. H