El pleno de Benicàssim aprobó, con carácter definitivo, la ordenanza fiscal reguladora del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) --reduciendo el tipo de gravamen del 0,57 al 0,56-- y el impuesto sobre incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana, más conocido como las plusvalías --con la disminución de nueve puntos, bajándolas del 27 al 18%--. Las modificaciones salieron adelante con los votos a favor de Partido Popular y Bloc, y la negativa de PSPV y EU.

El equipo de gobierno no aceptó las alegaciones de la oposición “por falta de rigor técnico y legal”, según explicó la alcaldesa, Susana Marqués. El PSPV pedía la congelación del IBI, mientras EU defendía rebajar las plusvalías en algunos casos.

Además, Benicàssim llevará adelante el fraccionamiento del pago del IBI para los desempleados e iniciará un plan de contractualización de servicios municipales. También se aprobó el canon de la planta de Reciplasa con una tarifa que asciende hasta los 1.080.504 euros. H