Los comerciantes y hosteleros de Benicàssim reclaman un casco urbano con terrazas libres de olores y de contenedores llenos de basura con el objetivo de que tanto vecinos como visitantes puedan disfrutar de la gastronomía mediterránea y de los productos de sus establecimientos aprovechando la buena climatología y sin ningún inconveniente que perjudique su estancia en la localidad.

Así lo trasladaron miembros de este colectivo empresarial tan importante en el municipio al equipo de gobierno en diversas ocasiones con el fin de obtener una solución a la problemática que suponen los olores en el centro. Por su parte, el ejecutivo municipal ha optado por renegociar el contrato de basuras con la finalidad de “mejorar el servicio” y “solventar algunas carencias”, por lo que pasará las modificaciones por comisión y al pleno.

El equipo de gobierno lleva cinco meses trabajando en el tema, según aseguraron, buscando soluciones desde la Concejalía de Obras y Servicios, encabezada por el Clemente Martín. A este respecto, el portavoz popular, Mauro Soliva, señaló que descartarán la opción de implantar el sistema de quita y pon que había incluido el tripartito en el contrato con la pretensión de instalar 180 contenedores pequeños y no fijos en el centro, unos dispositivos que, para Soliva, “generan un impacto negativo en las terrazas y es justo lo contrario a la excelencia turística”. Además, incidió en que quitan plazas de aparcamiento dificultando las compras en las tiendas. Soliva explicó que si ahora “hay 10 puntos conflictivos, con el otro sistema se alcanzarían los 100”, y también “generarían más bolsas de basura en el suelo por su pequeño tamaño”.

LA SOLUCIÓN // El ejecutivo benicense propone enterrar los contenedores de las calles adyacentes al vial Santo Tomás y desarrollar la misma acción en algunos puntos de la céntrica calle donde sea posible, ya que los problemas de canalización que se registran en el enclave no permiten instalar este tipo de infraestructuras. H