La cooperativa San Alfonso de Betxí, uno de los buques insignia de la citricultura provincial, dio cuenta ayer en su asamblea extraordinaria de una situación financiera con una descapitalización que podría rondar los 30 millones de euros, entre las deudas con bancos, socios y proveedores, y lo que a su vez se le debe. Situación a la que se quiere hacer frente con un plan de viabilidad y refinanciación, que puede tener efecto en los plazos de cobro de la segunda liquidación de esta campaña de socios y comercializadoras, aún pendiente de liquidar.

Un delicado balance del que ya se habían dado algunas pistas con un aviso por carta previamente, apuntaron los socios, y que tuvo como primer efecto el cese del director general, pero el público pidió al consejo rector que se investiguen más responsabilidades. “Mare de Déu” o “açó és una vergonya” eran las expresiones de indignación de los socios a la salida.

La alta asistencia al teatro municipal de Betxí, de 202 de los 223 socios, el 90,5%, constató la máxima preocupación de los asociados, pequeños y grandes propietarios de hectáreas, y originarios de Betxí, Onda, Vila-real o Vinaròs, entre otros. La cooperativa San Alfonso se integra en el grupo San Alf, al que pertenecen Salquisa y Solaes, aunque no todos los socios de San Alfonso tienen participaciones en las otras compañías.

PUNTOS // El orden del día concreto de la asamblea era “informar sobre la situación financiera de la cooperativa y de la liquidación de la campaña 2011-2012”. También dar cuenta del cese del director general de la cooperativa, elección de consejeros para cubrir las vacantes y ruegos y preguntas. Casi tres horas de asamblea.

Los socios se marcharon con la promesa de convocar el día 20 “o antes” otra asamblea, para ver “papeles” de los balances, pues ayer solo se marcharon con apuntes verbales y un escrito con la liquidación que les correspondería por variedades de cítricos. Pero no saben si la cobrarán --solo les han pagado las variedades tempranas--, y la mayoría no confía, pues ese puede ser el precio de cumplir con la deuda. Los empleados sí están al día en nóminas, pero algunos proveedores no cobran desde abril.

El presidente de la cooperativa, Miguel Pardo, señaló que el plan de viabilidad “se ha delegado en un equipo de abogados de Deloitte y Kaizen --consultoras--”. El gerente de San Alfonso, José Pascual Ramos, aseguró que se trabaja en refinanciar la deuda y la cooperativa “va a continuar; si no, sería un caos”, pues “dependen 2.500 empleos directos --en Betxí y Ulldecona--”, dijo. Pero entre los afectados que no cobran --socios y comercializadores-- hay preocupación y se ha creado una plataforma. Ayer un asistente cuestionaba: “Era una cooperativa saneada, y ahora no. Está claro que hay que pedir responsabilidades. ¿Cómo pasaron desapercibidas 1.300 operaciones y 850 transferencias de efectivo?”. H