Pepe Piquer, además de ser el secretario comarcal en Els Ports de la Unió de Llauradors, ha vivido en su propia piel el drama de los ataques de los buitres en su ganado. “Hace poco mataron a una vaca que estaba pariendo y era domingo. Llamé a primera hora del día siguiente a la Conselleria de Medio Ambiente y me dijeron que había pasado mucho tiempo, por lo que me he quedado sin indemnización”.

Este ganadero de la Todolella alerta de que la situación ha llegado a tal extremo “que hay que hacer algo ya porque es grave” y lamenta que “de las 2.000 denuncias que se pueden llegar a presentar, solo un porcentaje pequeño es demostrable”.

En cuanto a la proliferación desatada de cabras salvajes, Piquer también se muestra preocupado, “ya es un tema que afecta a nuestra subsistencia porque destrozan campos y cultivos claves en esta época del año”.

El presidente de la Mancomunitat de Els Ports, Santiago Pérez, recuerda que una de las soluciones que puso sobre la mesa la Generalitat fue “crear un coto de caza, pero eso conllevaría gastos porque los ayuntamientos tendrían que pagar por él”.

Esta especie también arrasa con las paredes de las propiedades e incluso se ceba con la vid. Piquer también aboga por una batida controlada. “En Europa no saben de nuestra problemática y no entienden las incidencias que están provocando”, indica, añadiendo que “hay muchas voces que defienden su existencia, y nosotros también, pero siempre dentro de un control y evitando la superpoblación”. H