Moncofa buscará que municipios de su comarca, como Nules o la Vall d’Uixó, puedan hacer uso de la desaladora que se está construyendo en su término y que, en un principio, está pensada para abastecer a la localidad y a Xilxes. No obstante, esta infraestructura se creó para suministrar a los desarrollos urbanísticos proyectados y que debido a la crisis se han paralizado.

El alcalde, Jaime Picher, explicó que “por la actual situación económica se han frenado los proyectos, por lo tanto, la instalación atenderá a menos personas de las previstas, por lo que se podría ofrecer este servicio a más municipios”. Esta es una de las cuestiones que pondrá sobre la mesa el munícipe en la reunión que mantendrá con Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas) para tratar el futuro de la instalación. Y es que una de las cuestiones que más le preocupan es la tasa que se impondrá por el consumo de agua potable.

“Desconocemos cuál es el precio que se cobrará y tendremos que negociarlo a la baja”, señaló, añadiendo que “asumiremos la parte proporcional del coste, pero habrá que evaluar la cantidad de la manera más justa”.

El objetivo es que si otros municipios se suman a esta modalidad de suministro estos abonen su parte o aquello que les corresponde “por la inversión realizada”.

EVOLUCIÓN DE LAS OBRAS // En cuanto a los trabajos en sí, está previsto que estos acaben a finales de año, aunque no hay establecida una fecha oficial para su conclusión. La actuación se centra en la planta de ósmosis y en los depósitos acumuladores de agua desalada. Asimismo, se está pavimentando el exterior de la infraestructura y adecuando los viales que lindan con ella y que permitirán su acceso. H