El barco pesquero Ciutat de Benicarló y un buque portacontenedores se vieron involucrados ayer en una colisión en alta mar cerca de las islas Columbretes. Aunque aún están por determinarse las causas del accidente, parece ser que se debió a un error humano. El suceso se produjo por la mañana, cuando se encontraban alrededor de ocho o nueve embarcaciones en la zona, a la altura de la roca El Volante. Entre ellos, el accidentado que no pudo completar la maniobra para evitar el impacto y sufrió daños en proa.

Sin embargo, y a pesar de lo aparatoso del accidente, los tripulantes del buque de grandes dimensiones no se dieron cuenta de lo acontecido y el portacontenedores siguió su rumbo hasta que fue avisado por los marineros de las otras embarcaciones y por la unidad de salvamento marítimo, deteniendo su marcha.

El caso está siendo investigado por Capitanía Marítima de Castellón que, una vez esclarecido, determinará los diferentes grados de culpabilidad y se instruirán las pertinentes diligencias. Mientras, el Ciutat de Benicarló se encuentra en las instalaciones del varadero de la empresa Oremar, a donde se desplazarán los peritos de las compañías aseguradoras para valorar el importe de los daños.

Cabe señalar que el barco pesquero volvió a puerto por sus propios medios sin necesidad de ser remolcado y, al sufrir desperfectos, deberá estar varias semanas en dique seco a la espera que finalicen las investigaciones y pueda llevarse a cabo su reparación.

La embarcación siniestrada es propiedad del armador Antonio Bayarri, que tendrá que hacer frente a los inconvenientes que conlleva no poder salir a faenar, con el consiguiente perjuicio económico que provoca no disponer de los ingresos que supone comercializar las capturas. H