Los ciudadanos y visitantes de Peñíscola vieron aparecer el pasado verano una serie de semáforos provisionales en las inmediaciones de la plaza Illueca. Eran unos elementos reguladores de pequeñas dimensiones, semejantes a los que se usan para organizar calles alteradas por obras, y que funcionaban con baterías. La intención de la Concejalía de Gobernación era comprobar su efectividad en una de las zonas más conflictivas durante el verano, al juntarse una elevada densidad de tráfico rodado en hora punta con un continúo trasiego de peatones.

El concejal del área, Alfonso López, explicó que el balance del pasado año “fue satisfactorio, por lo que se ha decidido instalar estos dispositivos de manera definitiva”. El consistorio ha destinado 9.000 euros para adquirir estos elementos, que funcionarán con leds a partir del próximo mes.

Estos reguladores de tráfico permanecerán durante todo el estío y no se descarta que puedan funcionar en épocas de menor afluencia de visitantes. “Estudiaremos la viabilidad de alargar su uso del mismo modo que hicimos en la prueba del año pasado”.

Por el momento, los semáforos de quita y pon se suelen ubicar en la zona del cruce de las avenidas de la Mar y Papa Luna. El paso continuo de peatones en los meses de temporada alta provocaba grandes retenciones de coches, sobre todo a última hora de la tarde, que se aliviaban de forma notable con la instalación de estos reguladores del tráfico. H