Uno de los ejemplos de familias que apuestan por el interior para establecerse está en Forcall. Y es que el matrimonio formado por Marga Querol y José Antonio Fernández decidió trasladarse hasta esta localidad de Els Ports para hacerse cargo del viejo horno, el más antiguo de Europa.

Este entró de nuevo en funcionamiento en agosto del año pasado y se construyó en el año 1246 y es uno de los establecimientos más populares y con más encanto de la localidad.

La pareja procede de Castellón y conocía el horno de sus visitas al municipio. Para Querol, lo más importante es tener un futuro “y una vida tranquila”. El verano pasado la actividad en este local fue frenética, ya que durante esos meses se registró un alto nivel de negocio. Además, la adjudicataria aprendió con su madre “a elaborar las pastas tradicionales como los mantecados o los almendrados que tanto éxito y tradición gozan”.

Este matrimonio tiene una hija que estudia en el colegio de la localidad. Para el alcalde, Santiago Pérez, “es muy importante que hayan apostado por venir a vivir aquí y regentar el negocio”. Otros ejemplos de interés por el interior se encuentra en el Ballestar, pedanía de la Pobla de Benifassà, donde dos hermanas castelllonenses se hicieron cargo del restaurante, muy frecuentado durante la época de caza y la de recogida de robellones.

Precisamente los bares y los hornos son los negocios que más proliferan en estos pueblos, aunque se han creado alternativos, como los de excursiones. H