Debemos olvidarnos de las urbanizaciones para recuperar los pueblos. Tenemos el atractivo y ahora debemos buscar el negocio”. Un aviso a emprendedores que lanzó ayer el presidente de la Diputación de Castellón en el congreso internacional Hacia la cohesión de los territorios rurales.

“Para consolidar la población (y evitar la despoblación) tenemos que apoyar el tejido productivo y orientar nuestro territorio a la generación del mayor valor añadido posible”, insistió.

Así, expertos instaron a desarrollar, con ayudas públicas y fondos europeos, pymes rurales sin olvidar el patrimonio agrícola como base, con ejes como la agroindustria y el turismo. En este sentido, el diputado de Desarrollo Rural, José Domingo Giner, resaltó la importancia del cooperativismo y la internacionalización de agricultura y ganadería, con gran potencial de empleo en el interior, “pero no suficiente para absorber todo el paro de la cerámica”.

Por su parte, Moliner recordó que “el litoral ha sido el músculo de la provincia, pero su corazón está en el interior”. Resaltó que Castellón tiene un 75% de su superficie en un entorno rural, con 116 municipios con menos de 5.000 habitantes y el 80% de su población concentrada a menos de 10 kilómetros del litoral. Además, citó ejemplos de emprendedores como “los quesos de Almedíjar o Catí, la fábrica artesanal de espardenyes de la Mata, las bodegas de vino de l’Alcalatén, la miel de Eslida, las cerezas de Caudiel o la Salzadella, el cordero del Maestrat o el aceite del Palancia, Espadán o Baix Maestrat”. H