La presencia de manteros en los meses de primavera se limita en Peñíscola a puntos del paseo marítimo, sobre todo en la zona de Peñismar, y a personas que ofrecen gafas, bolsos o cedés a los clientes de terrazas. La afluencia masiva de turistas en verano hace pensar que la cantidad de personas dedicadas a la venta no permitida en la calle aumente. Por esta razón, las diferentes administraciones trabajan contra este fenómeno.

El alcalde de la localidad, Andrés Martínez, recordó el compromiso del subdelegado del Gobierno, David Barelles, en la última junta local de seguridad. “Habrá una colaboración y un esfuerzo de todos para reducir el top manta”, con una especial atención a “la vigilancia en los puntos de distribución de estas redes”, y los medios de transporte por los que llegan. Además, Barelles anunció la solicitud a la Delegación del Gobierno en la Comunitat de un Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil para actuar contra la venta ilegal en la costa.

En cuanto a los efectivos de la policía, “se mantendrán operativos como los de años anteriores”, apuntaba el primer edil. Además, seguirán las campañas de concienciación a los turistas, en las que recuerdan a los visitantes de los efectos negativos de esta práctica en la economía local y la falta de garantías de los productos. La ordenanza local prevé sanciones para vendedores y clientes.

La ordenanza de convivencia en el municipio establece la posibilidad de multas no solo para el vendedor, sino también al comprador de productos en circunstancias ajenas a la legalidad.

Incluso la proliferación de esta competencia desleal ha airado a los comerciantes peñiscolanos se llegaron a enfrentar a los manteros, quienes ocasionaron altercados. Frente a estos incidentes, se pidió una mayor vigilancia y la intervención de la policía. H