Las concejalías de Promoción Económica y Agricultura del Ayuntamiento de Benicarló han aunado esfuerzos y recursos para impulsar un proyecto que pretende recuperar el vino de Carlón, un afamado caldo que fue clave en el desarrollo económico y social de la ciudad a lo largo de los siglos XVIII y XIX. De hecho, las exportaciones del Carlón suponían una media de 30.000 hectolitros (Hl). En 1834, sin evaluar los envíos a Hispanoamérica, fueron embarcados desde la localidad más 40.000 Hl. repartidos entre Reino Unido (40%), Amsterdam, Hamburgo y San Petersburgo (20%), Livorno y otros puertos de Italia (17%), Brasil, Estados Unidos (13%) y también Francia (9%).

Aunque vivió una época más floreciente, existen documentos que datan del siglo XIII donde ya se recogen datos sobre el cultivo de cepas y, siglos después, en el año 1683, se llegaron a exportar hasta 16 millones de botellas.

Con el fin de gestionar el proyecto, se ha creado la Asociación de Viticultores del Vino de Carlón, que presidirá el alcalde, Marcelino Domingo, y que contará también con una presidencia honorífica ostentada por Ángel Doménech, que tiene patentada la marca Vino de Carlón y que cederá su uso a la entidad.

Sin embargo, se trata de una iniciativa abierta a todo aquel que quiera participar, pues para entrar a formar parte de la asociación solo es necesario cumplir con dos requisitos: plantar un mínimo de 500 cepas y declarar una parte o todos sus ingresos provenientes de la agricultura.

Los entendidos creen que en algunas zonas de la localidad aún existen cepas antiguas de la variedad garnacha tintorera. El objetivo ahora es recuperarlas.

Tres agricultores empezarán con el cultivo y, si bien Benicarló será el centro de la producción, también podrán participar municipios cercanos como Vinaròs, Peñíscola, Alcalà de Xivert, Sant Mateu, Cervera, Càlig o Sant Jordi, como se hacía antaño.