Los técnicos municipales de Burriana no darán el visto bueno al matadero comarcal y van a exigirle más medidas correctoras para evitar los olores que se desprenden en ciertas partes de la población derivados del alcantarillado. Así se lo hicieron saber al gerente de la instalación el martes cuando se personó en el consistorio para conocer qué impresión se habían llevado expertos y políticos tras la visita de la pasada semana.

La portavoz de Cibur, Mariola Aguilera, señaló que va a exigir que se prohíba los vertidos al alcantarillado en tanto en cuanto no se frene el problema. En este sentido, Aguilera indicó que “les reclamamos al alcalde y al PP, una vez hecha la inspección y oído a los técnicos municipales y viendo el expediente, que no retrasen más la actuación y que, de manera cautelar, tomen la decisión que les proponemos”. “El agua puede salir sin residuos sólidos, pero sigue oliendo y los burrianenses nos seguimos tragando los olores”, apostilló.

La edila añadió que “es cierto que se han tomado una serie de medidas, pero el técnico ya les ha avanzado que va a exigir más y este mismo lunes en el polígono Carabona no se podía soportar el horrible hedor”. Por este motivo, aunque “el informe municipal aún no está hecho, queda claro que a pesar de la inversión, el olor no está solucionado y por eso se van a pedir más mejoras”.

Cabe señalar que el Ayuntamiento abrió un expediente al matadero comarcal ya en 2008, pero caducó y, por este motivo, se inició otro que es el que está en marcha y el que ha desembocado en la presentación de este informe. Incluso el Síndic de Greuges, José Cholvi, tomó cartas en el asunto ante lo que definió como “gravedad de los hechos” e instó al Ayuntamiento a acelerar las gestiones “para lograr la eliminación de los olores que soportan injustamente los vecinos”.

Eso era en noviembre, un mes después de abrir de oficio la queja porque, decía el Síndic, las personas afectadas, entre las que se encuentran además de vecinos, profesores y alumnos de los colegios Villa Fátima, Penyagolosa y Salesianos, “llevan soportando esta realidad durante años”. H