El fuego de la hoguera reunió a última hora de la tarde a cientos de vecinos en la fiesta de Sant Antoni. La matxà fue el acto central de la festividad en Almassora, un acto que convierte a la pequeña calle que lleva el nombre del patrón de los animales en el epicentro de la población.

Sin embargo, la cita religiosa arrancó a primera hora con la concentración de carruajes y caballos bajo un cielo encapotado. Llegado el mediodía, y como es tradicional, decenas de vecinos no faltaron a la bendición de dulces y panes tras un animando desfile hasta la parroquia en el que participaron entidades como El Torrelló, con Llorenç y Quiterieta, el Grup Scout Tramuntana o los más pequeños de los tambores y bombos del Cristo.

Mossén Vicente Agut presidió ayer tarde la primera misa en honor al patrón como párroco de la iglesia de la Natividad. Una ceremonia que dio paso a la bendición de los animales y el reparto de les llistetes conmemorativas en la puerta del templo. El pasacalle, en el que participaron miles de vecinos con sus mascotas, siguió su recorrido hasta la calle Sant Antoni, donde los clavarios del 2013, Francisco Ferrer e Inés Esteve, repartieron en la puerta de su domicilio las típicas monas.

El ritual sacro cedió el testigo a la fiesta popular con el porrat popular con el que se prolongó la fiesta en la plaza Santa Teresa con la hoguera y la música de la Colla de Dolçainers i Tabaleters Les Goles d’Almassora como testigos. La localidad vivió con intensidad un año más esta efeméride. H