El vertido de aguas residuales a la vía pública ha resurgido, dejando entrever que las actuaciones llevadas a cabo el pasado verano no han servido para terminar con el problema. Hasta tal punto llega el asunto que, en esta ocasión, el Ayuntamiento ha instalado vallas sobre la acera para evitar que algún viandante resbale y caiga. Es por ello que los peatones tienen dos opciones, cambiarse de acera o bajar al pasar por delante de lo que en su día fue el Ciudad de Burriana.

Los ciudadanos denuncian los malos olores en un lugar conflictivo, pues delante hay un colegio público y en la misma calle San Juan Bosco dos concertados.

Hace unos días, de nuevo, los vecinos de la finca de pisos que se encuentra justo encima del antiguo bar acudieron al Ayuntamiento para mostrar su malestar por el problema pero, explicó el edil de Vía Pública, Javier Perelló, “lo que hicimos fue decirles que el propietario del bajo en estos momentos es Bankia y que deben ponerse en contacto con él”. El consistorio entiende que debe ser un problema de la comunidad, ya que el local hace más de un año que está cerrado y sin agua.

Lo cierto es que ya se lleva casi 12 meses arrastrando este asunto por el que parece que se producen filtraciones de aguas residuales y que, tras recorrer el bajo, salen a la calle, cruzan la acera y acaban llegando a la red de alcantarillado general, eso sí, no sin antes impregnar el ambiente de un olor para nada agradable. Los vecinos ya realizaron una actuación pero ahora se ha visto que no fue del todo suficiente. H