Las 20 mayores que acuden todos los jueves por la tarde al instituto Vila-roja de Almassora ni se imaginaban hace solo unos meses que podrían descargarse fotos de su ciudad o aprender lecciones de vainica a través de internet. La fundación Fundetec ha puesto en contacto a voluntarias de ESO y Bachillerato con jubiladas.

“Las primeras aprenden el valor de compartir conocimientos y las segundas descubren que son capaces de encender un ordenador, manejar un ratón, coger hora para el médico o mirar la cuenta corriente del banco desde casa”, según explica la jefa de proyectos de Fundetec, Sylvie Galaup.

Las jóvenes enseñan a las mayores a moverse con soltura por el universo de la red, pero, además, intercambian experiencias y se crea un ambiente intergeneracional que favorece estas relaciones fuera del entorno familiar. La profesora almazorense coordinadora de la iniciativa, Mariví Olucha, detalla que “las estudiantes se dan cuenta de que hay muchos ciudadanos que no saben las cosas más básicas de un PC, algo que para las de su generación resulta difícil de comprender”.

Hay que tener en cuenta que muchos de los participantes ni siquiera han tocado una computadora antes y, con la buena acción de las alumnas del Vila-roja, sienten que son capaces. El proyecto Voluntarios del conocimiento seguirá adelante hasta junio enseñando el idioma de internet. H