Más de 2.000 personas acudieron al multitudinario encierro infantil de toros embolados de Burriana que organizó Bou per la Vila. Los niños se lo pasaron en grande corriendo ante los astados que llevaban sus correspondientes bolas de fuego. La carrera levantó gran expectación, y no es para menos, ya que es una manera de implicar a los más pequeños en los festejos. Además, estos demostraron que tienen arraigada la tradición taurina. Los carretones alertaban a los participantes en una cita masiva que ha brillado en las fiestas patronales. RD