Las peñas Jovens del Bou y Fumats i Beguts patrocinaron la tarde taurina de ayer. Los dos toros realizaron unas impresionantes salidas desde el cajón, aunque después ofrecieron un comportamiento desigual. Eso sí, de estampa, ambos animales eran llamativos.

El que abrió la tarde, un ejemplar de Javier Criado, dio hasta tres sustos que, a la postre, se saldaron solo con un pantalón roto sin más consecuencias. Al poco de salir del cajón, un rodaor resbaló cuando trató de cortar la arrancada del animal hacia el Pla, pero consiguió mantener el equilibrio sin llegar a caer.

Al final de la lidia, dio una arrancada hacia el callejón de Correos. Por suerte, se frenó al notar que se había acabado la arena. Y es que un hombre había caído al suelo a pocos metros, pero pudo levantarse y proseguir la carrera. El ejemplar divirtió a los aficionados y actuó con gran nobleza.

Después le llegó el turno al astado de Núñez del Cuvillo, que presentó menos cualidades, aunque también creó peligro. Tardaba en arrancar pero, cuando lo hacía, provocó riesgo. El numeroso público no se movió de su sitio hasta que entró en los corrales. H