Las obras del tinglado del puerto de Burriana están entrando en su fase final y la zona ya está totalmente limpia de las placas de fibrocemento con amianto cancerígeno. Los operarios han retirado ya una a una todas las planchas y se están ultimando los trabajos de instalación de los nuevos paneles de metal de tipo sandwich.

Con esta actuación, además de eliminar un peligro para la salud pública, también se evita otro por daño accidental, ya que algunas de las piezas se estaban desprendiendo como consecuencia del mal estado de los travesaños y, por este motivo, se había tenido que asegurar algunas partes de la cubierta con redes para evitar que los trozos de fibrocemento golpearan a algún marinero o viandante. Pero, además, el techo incorpora poliuretano inyectado que actúa como aislante térmico y, por lo tanto, también ganan los pescadores que tienen sus casetas de aperos debajo de la cubierta.

Las obras se han prolongado en el tiempo más de lo esperado e incluso tuvieron que paralizarse durante la celebración del festival Arenal Sound, que congregó a escasos metros a más de 50.000 personas y, aunque todavía falta el repintado exterior, ya se atisba el final de la intervención.

En concreto, se han retirado alrededor de 1.050 piezas de fibrocemento ondulado con amianto y la empresa encargada de las tareas ha sido la valenciana Vareser, como responsable de los mantenimientos de las infraestructuras portuarias de la Comunitat.

Se trata de alrededor de 130 metros lineales de cobertizo y unos 2.000 m2 de planchas.

Es un proceso laborioso en el que hay que retirar las sujecciones de las piezas para intentar extraerla lo más completa posible y con el añadido de que la ley solo permite trabajar en las proximidades del amianto cuatro horas al día. No obstante, se ha podido actuar sin interrumpir el quehacer diario del puerto, ya que un estudio de la Conselleria de Sanidad determinó que la concentración de material era 10 veces inferior al máximo permitido. H