Las perspectivas no son nada halagüeñas y la falta de lluvias en el otoño ha sido la guinda final. La recién comenzada campaña de la trufa en Els Ports se presenta floja “ante un otoño muy seco, tal y como ha pasado con la temporada de robellones”, explica el secretario provincial de la Unió de Llauradors, Vicent Goterris.

Precisamente, la sequedad en la tierra es el factor principal que incide en el desarrollo del hongo. Y todo, pese a la húmeda primavera que se ha vivido este año.

Una de las pruebas de la escasez fue el primer encuentro de compra-venta del pasado viernes, que resultó “simbólico, para hablar de los perros o los terrenos, pero no para empezar a vender”, explicaba el miembro del Consejo Regulador de la Trufa de Morella, Jorge Membrado. Se tendrá que esperar hasta principios de diciembre para que el mercado empiece a negociar precios y los compradores puedan adquirir el preciado producto natural.

ESCASA CALIDAD // Las previsiones indican que el artículo inicial podría ser de baja calidad. Al respecto, se debe puntualizar que aún no han llegado las semanas en las que se intensifica la búsqueda por la zona. La mala fortuna ha sido que, “a principios de verano, todo pintaba muy bien y, a poco que hubiera acompañado el tiempo, sería una temporada más positiva, pero los últimos tres meses no ha caído nada, por lo que no se ven perspectivas y esperamos poca cosa”, indicaba Membrado.

En otras provincias, como Cuenca o Guadalajara, podrían tener más suerte. “Las precipitaciones han tenido más continuidad y podrían salvarse pero, aquí, solo en alguna umbría se mantiene la humedad, por lo que tenemos pocas esperanzas”, lamenta.

El dato de que la temporada pueda ser buena en otras regiones hace temer que la castellonense aún sea peor. “Es posible que no se pueda marcar precio, pero todavía es pronto y, hasta que empiece, no lo podemos predecir. Además, habrá que tener en cuenta la producción en países del centro Europa o Francia”, asegura sobre esta cuestión.

En las plantaciones en las que se riega manualmente la situación podría ser un tanto mejor pero, según indica, “repercuten poco en el volumen total y no siempre es sinónimo de que salgan trufas, porque el principal factor es el agua pero otros, como el ozono, se nos escapan”. Las heladas que se iniciaron ayer mismo podrían dificultar también la aparición del tubérculo.

Las últimas temporadas están siendo muy negativas y parece que la del 2013-2014 no cambiará la negativa tendencia actual.

Hasta hace no demasiados años, el mercado en fresco en España era casi anecdótico.

Sin embargo, la implantación de este hongo en las cocinas más prestigiosas ha provocado la progresiva multiplicación de su uso como un elemento de referencia para los mejores chefs.

MÁS RECURSOS // A pesar de la regresión que ha sufrido la producción salvaje, la trufa continúa aportando unos recursos importantes al norte provincial, tanto por la venta del producto como por su aportación a la rica gastronomía de la comarca. Además, se han alcanzado precios de hasta 900 euros en el mercado. H