Los artesanos sopesan cada día con más fuerza la necesidad de tasar los monumentos como solución para hacer rentable su trabajo. Esto significaría marcar unos máximos y mínimos en cuanto a volumen y número de ninots según cada presupuesto. La Federació de Artistas Falleros ya ha lanzado una propuesta, pero será después de San José cuando se retome el trabajo en reuniones entre los gremios de creadores de Castellón, Valencia y Alicante.

“Es algo que debe ser asumido por todos y aportar sugerencias entre los tres colectivos para comprobar cómo nos podrían ayudar para saber si cada uno cumple”.

En estos términos se manifestó Xavi Ribes, presidente de la agrupación artística de Burriana, quien se mostró partidario de “intentar regular este tema por el bien del sector porque si no, le auguro muy poco futuro a este oficio”. Lo que se busca con ello es evitar que si un artista realiza una obra acorde al presupuesto y la comisión compara lo gastado con lo que tiene y lo contrasta con otra entidad que con menos dinero tiene una pieza de más volumen “se siente estafada”. “Pero en ningún modo piensa que su contratado ha hecho lo que correspondía y que el otro ha ejecutado más superficie de lo que debía por alguna razón”.

Y es que esta tarea ha cambiado en los últimos años: “Hay que dejar al margen que es un oficio artesanal, porque ahora es una empresa, aunque nos pese a los que tenemos nostalgia” y “desde el gremio intentamos apostar por profesionalizar a los miembros”.

“Son momentos de cambios y hay que reestructurar nuestro trabajo y el tipo de firma que tenemos”, dijo Ribes, que empieza a ver falta de ilusión en los talleres, “porque se piensa más en llegar a fin de mes y cumplir con los sueldos y los impuestos mientras la creatividad se esfuma”.

Mientras se busca una solución que haga rentable la actividad, cada uno trata de reducir costes, que se han disparado por el aumento del IVA un 13%. H