La lluvia a punto estuvo de ser protagonista en el Sant Antoni en Borriol. Y es que apareció justo cuando iba a comenzar a rodar por el casco urbano el carro que recoge la leña para la hoguera. Obligó a retrasar la partida una hora, restó público en las calles y aumentó el riesgo por resbalones. No obstante, los santantonieros, con su cofrade de honor, Pere Saborit, al frente cumplieron con la tradición y recogieron los aproximadamente 60.000 kilos que los vecinos depositaron en los portales de sus casas para construir una gran hoguera de más de cinco metros de diámetro y de casi siete de altura.

Leña de olivo, pino, naranjo y carrasca que todavía sigue consumiéndose. Y así seguirá poco a poco hasta este próximo martes, cuando toda la hoguera ya se habrá convertido en cenizas.

El retraso inicial forzado por la metereología provocó que todos los trayectos se cubrieran más tarde de lo previsto. Incluido el más popular, el de la pujà del carro pel Raval, la calle más empinada y en la que se hacen tres paradas en plena cuesta para mostrar la fuerza y tiro de los animales.

El sacerdote del pueblo y este año cofrade de honor, Pere Saborit, se mostró satisfecho por la experiencia vivida en el día grande de la fiesta de Sant Antoni y no ocultó su sorpresa. “Estoy viendo la tradición de una manera muy distinta. Hay muchas diferencias entre como la he disfrutado en ediciones anteriores y esta porque yo conocía la celebración de la iglesia, pero la de los cofrades no tanto”, determinó. El dilema le llegará hoy domingo, en la procesión, donde parece que no podrá ocupar el puesto de cofrade de honor. De hecho, “igual tengo que compaginar funciones”.

Vicent Salvador es el carretero de Lucero, el aca que este año enganchó el carro que transportaba la leña. Se trata de un animal de 550 kilos de peso y 18 años. El papel tanto del carretero como del animal es fundamental y Salvador se mostraba satisfecho con el resultado, pese a la incertidumbre inicial por la tormenta.

A las 22.30 h. el cofrade de honor prendió fuego a la traca que encendió la enorme hoguera. H