El fuerte viento que se registró ayer en la provincia impidió a los miles de vecinos de Vinaròs que celebraron la festividad de su patrón, Sant Sebastià, realizar las típicas torràs en las dos zonas habilitadas por el Ayuntamiento en el exterior de la ermita. Y es que aunque el consistorio había descartado preparar un espacio para hacerlo dentro del recinto, como se había previsto inicialmente, las inclemencias meteorológicas obligaron a ubicar bidones para poder asar carne y embutido, en el interior del ermitorio y del tentadero, como sucedió en el 2013.

La peregrinación, que se inició a primera hora de la mañana, fue muy concurrida, pues a las 7.30 horas muchos vinarocenses subieron de la iglesia Arciprestal al cerro del Puig en romería, acompañando a la reliquia del santo junto a las autoridades municipales. A estos se les sumaron otros vecinos que subieron después, por lo que el ermitorio registró una elevada afluencia de personas. Uno de los momentos más esperados fue el reparto de las paellas. Por la tarde, la reliquia regresó a la ciudad y a su llegada se realizó la procesión por las calles del centro histórico. H