Tradición, religiosidad y modernidad se dieron la mano en la concurrida y participada Festa del Rotllo de Llucena. Se trata de una celebración típica del domingo en que la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad y que todavía hoy reúne no solo a los vecinos del municipio, sino a muchos de los pueblos cercanos.

La misa en la iglesia parroquial, con la presencia de las autoridades municipales encabezadas por el alcalde del municipio, Gerardo Beltrán, inició el festejo. Después de la eucaristía, los participantes recibieron el tradicional rotllo de manos de la propia clavariesa de esta edición, Olimpia Nebot, así como de sus familiares.

EXPOSITORES // Mientras tanto, los estands ubicados en la plaza de la Iglesia y algunas de las calles adyacentes ofrecieron todo tipo de productos para los numerosos asistentes. Desde los más artesanales y característicos relacionados con las tareas de la agricultura o de la ganadería hasta los más esenciales y necesarios, como las prendas de vestir o la alimentación. De hecho, no faltaron los pastissets y les figues albardaes que ofrecen los miembros del grupo folclórico La Perla de la Muntanya. Adentrándonos en los orígenes de la Festa del Rotllo, el historiador local Joaquim Escrig señala que, antiguamente, esta tenía lugar el Miércoles Santo y suponía una limosna inmemorial ofrecida en honor a la Santísima Trinidad. Asimismo, un documento constata que en el año 1829 ya se celebraba esta festividad en la localidad. H