Con la calle de Colón abarrotada de público y un calor poco menos que asfixiante, se desarrolló ayer la sexta entrada de toros y caballos de Segorbe de las fiestas patronales en honor a la Esperanza, el Loreto y la Cueva Santa. El encierro recuperó la brillantez de los primeros días, después de que el pasado viernes se viera deslucido por el desorden de los animales en el grupo.

En esta ocasión, los tres caballistas de cabeza, Julián Montero, Plácido Mínguez y Juan Calpe, sujetaron a las primeras reses por delante, alineándose por la derecha Baldomero Chova, Manuel Zarzoso, Luis Aparicio y Pedro Fernández. Mientras, la izquierda quedó cubierta con Domingo Peyrolón, Juan Andrés Lázaro. José M. Martínez, José García -padre e hijo- y Roberto Fernández.

Aunque no se registraron incidentes, en la salida destacó el encabritamiento del caballo de Peyrolón, que lo dejó en medio de los toros, aunque la posición fue corregida de inmediato.

Ayer también se celebró la entrada infantil, que este año introdujo como novedad la presencia de caballos de cartón piedra acompañando a los astados y a los cientos de niños que participaron. Como nota curiosa, se está generalizando la celebración de despedidas de soltero coincidiendo con los días más multitudinarios de los festejos segorbinos.

Hoy se celebrará la séptima y última entrada, con el homenaje a caballistas y peñas taurinas. H