Las obras de canalización de la desaladora de Orpesa-Cabanes a Benicàssim empezarán “en octubre”, tras la celebración de las fiestas en honor a Santo Tomás de Villanueva. Así lo confirmó ayer la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel, tras haber ratificado con la empresa que acometerá los trabajos “que ya prepara todos los detalles para poder iniciar las actuaciones el próximo mes”.

Esta semana se esperan nuevas conversaciones para ultimar los plazos de ejecución y los tramos que se verán afectados. Esto se debe a que ha debido redefinirse el calendario de la intervención, al postergarse las actuaciones hasta después del verano, tras el cambio de la adjudicataria.

Las tareas obligarán a cortar durante varios meses la transitada vía verde, que une los municipios de Benicàssim y Orpesa.

El plan prevé que las intervenciones, que dependen de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se prolonguen durante un plazo aproximado de 10 meses. Las mismas finalizarán en el depósito de la Parreta, previsiblemente, en julio del próximo ejercicio.

Además, la actuación se ha distribuido en varios tramos, fijándose su ejecución en fechas que perjudiquen “lo menos posible a los empresarios y a los benicenses”, añadió la edila. Con ello, se ha establecido que no comiencen en la zona del Pontazgo, por la existencia de varios hoteles, hasta “el próximo mes de enero”.

Mientras, en el casco urbano, se realizarán antes o después de la celebración de las fiestas de Sant Antoni, puesto que parte de los trabajos afectan directamente al bulevar, y es donde se desarrollan gran parte de los actos.

Se trata de una obra de notable envergadura y que alterará el día a día en el municipio.

En el plano económico, mientras no concluya la canalización, se retrasa el pago de la amortización de la desaladora, por la que el Ayuntamiento abonará un millón de euros durante 25 años. H