Almassora abrió ayer plaza al igual que lo hace Pamplona cada 7 de julio. De blanco y rojo iba la tarde, en la que las plegarias se repartieron entre la Mare de Déu del Roser y San Fermín. No en vano, la peña local que lleva el nombre del patrón de la capital Navarra celebraba su 20º aniversario. Tres toros cerriles lucían en el cartel de la primera tarde taurina.

Sufridor, el ejemplar adquirido por San Fermín y Maracay, llegó con regalo debajo del brazo. Se le vieron condiciones al de Román Sorando, número 39, desde que salió de corrales. Lo recibió un pamplonica de pro, César Palacios, al que apretó sobre la arena al igual que a Borja, que también le probó la embestida. Tuvo movilidad por las calles y lo probaron también El Pincho y Richard.

Sin embargo, la ganadería del primer toro de fiestas tenía nombre de mujer como una de las peñas que lo patrocinaba. El hierro de La Victoria debutó de la mano de Amigues del Bou y la peña Santa Quiteria, con José Luis El Ferry al frente. Guapetón, bien armado, hizo honor a su nombre sin demostrar fondo, resistiéndose a ser encerrado.

Joselito se puso frente a chiqueros pasadas las 19.00 horas para recibir al astado financiado por su peña, El K-nut, junto a Desfase. Precisamente los primeros segundos del toro de la ganadería Santa Ana fueron lo más destacado.

Germán Vidal, protagonista de los encierros matinales, recibió una caldera del Ayuntamiento antes de la tarde taurina. El ganadero recibió las felicitaciones del concejal de Fiestas, Arturo Soler, y del que también fuera concejal de Fiestas, hoy edil en la oposición, Javier Martí, entre muchas otras. Era su día. H