UN POLÍTICO REINCIDENTE

A Marcelino Domingo no le va a quedar mucho tiempo para dedicarse a su gran afición, pescar desde una embarcación, si, al final, continua activo en la política. Doce años en el consistorio pasan factura y acaban desgastando. Habló con su mujer y sus tres hijos “y, en casa, tuvieron claro desde el primer momento” que no debía repetir como candidato a la alcaldía. Poco duró su intención porque insiste en continuar trabajando por Benicarló, pero desde fuera del municipio. Asegura que su familia lo acepta y comprende. No en vano, ha sido munícipe las 24 horas los 365 días del año. Su hijo pequeño tenía dos años cuando llegó al consistorio y, en todo este tiempo, apenas ha podido disfrutar de su padre. “Había días que solo lo veía en la foto que tiene sobre la mesita”, recuerda. Pero Domingo siempre agradecerá a quienes confiaron en él, pues “ha sido una época muy importante” en su vida, reconoce el alcalde benicarlando.

Después de hacer oficial Marcelino Domingo su decisión de no presentarse a las próximas elecciones municipales encabezando la lista del PP, repasa estos últimos años.

--¿Qué balance hace de su paso por la alcaldía?

--En estos ocho años se ha hecho un trabajo intenso en tiempos difíciles, económicamente hablando. Para continuar, hacen falta ilusión y ganas, y yo estoy cansado. Además, soy de la creencia de que no hay que eternizarse en un cargo, la renovación es buena y positiva porque la gente que se incorpora viene con nuevas ideas e ilusiones frescas. Creo que ya he cumplido y hago un balance positivo porque, en estos años, Benicarló ha ganado mucho y se ha conseguido materializar actuaciones que estaban enquistadas.

--¿De qué actuaciones se siente más satisfecho?

--Javier Moliner me decía que he sido el alcalde que más cosas ha hecho en Benicarló, con el equipo de gobierno que he encabezado. Se han realizado obras históricas y muy reivindicadas, como el centro de salud integrado, el primer tramo de la carretera Benicarló-Càlig, numerosas urbanizaciones de viales, ampliación del polideportivo, renovación del colegio Eduardo Martínez Ródenas, la estación depuradora, prácticamente terminada; o el colegio Ángel Esteban, que creo estará listo el próximo curso. También avanza a buen ritmo la reconstrucción del antiguo faro. Y otro logro es que, por fin, hemos conseguido que en esta legislatura se invierta en la costa.

--En un tramo de la costa norte se realizaron actuaciones de urgencia para proteger el litoral, ¿seguirá luchando para conseguir la protección y regeneración de toda la costa benicarlanda?

--Desde luego. De hecho, hay un proyecto que está redactando el Ministerio que contempla la regeneración integral de la costa norte. Existe el compromiso de la Administración de dar continuidad a las obras realizadas, que son de importancia vital y están integradas en el paisaje. Ahora, se actúa en la Mar Xica y se ha iniciado el paseo sur, previendo que finalicen en Semana Santa.

--El Plan General, ¿para cuándo?

--Me hubiera gustado aprobarlo esta legislatura, pero el PGOU ha sido el caballo de batalla y creo que, en el próximo mandato, las personas que estén en el Ayuntamiento lo tirarán adelante. De hecho, el consistorio ya aprobó el concierto previo, donde la costa norte estaba contemplada como zona urbana, pero a la Administración autonómica no le encajaba y por eso no lo ejecutamos. Espero que los que vengan detrás consigan convencer a los gobiernos central y autónomico para que, al menos, una parte de la costa norte sea calificada como suelo urbano. Esta ha sido la única traba para no aprobarlo.

--Y de aquí hasta el 13 de junio...

--Continuaré al pie del cañón, trabajando y siguiendo todos los procedimientos. Quedan todavía obras pendientes y habrá algunas que no se podrán inaugurar por estar en periodo electoral. Pero a mí me da igual, ya que lo que realmente me importa es poder dar un servicio al pueblo.

--¿Qué obras le gustaría ver culminadas antes de su marcha?

--La urbanización del tramo del paseo Febrer Soriano, desde la carretera N-340 hasta la estación ferroviaria; y el paseo marítimo sur, en la zona del Parador de Turismo que, junto a las obras de la Mar Xica, otorgarán una imagen óptima del litoral y nos permitirá ser competitivos a nivel turístico.

--¿Qué espina le ha quedado?

--He pasado malos momentos con obras importantes que empezaban y, más tarde, se paraban, pero, a fuerza de insistir, todo se ha ido solucionando. Me quedo también con la satisfacción de haber podido solventar problemas a muchos vecinos que han acudido al ayuntamiento, si bien, en otras ocasiones, aunque el corazón me decía una cosa, tienes que hacer lo que marca la ley y ese es uno de momentos más delicados.

--¿Cual es su futuro político?

--No me voy del PP, pero mi futuro político no depende de mí, sino de la dirección y del presidente provincial. Me gustaría seguir trabajando por Benicarló, pero en otro lugar y así se lo he trasladado a Javier Moliner. Ahora, esperaré la propuesta que me haga y, si bien depende también de los resultados electorales, mi intención es continuar activo. H