El Ayuntamiento de Peñíscola sigue adelante con la pretensión de presentar al municipio como candidato a Patrimonio de la Humanidad. Así lo ha señalado el edil de este área, Romualdo Forner, en el transcurso del balance de actuaciones desarrolladas en los últimos años. “El reconocimiento que supondría poder optar y conseguir esta distinción hace que merezca la pena evaluar, al menos, qué posibilidades tendríamos”, señaló. La redacción de un estudio preliminar ya ha finalizado, con la conclusión de que su principal baza es el buen estado de conservación que presenta el conjunto amurallado, tras las sucesivas rehabilitaciones practicadas en los últimos años.

La última gran medida que se ha aplicado en el recinto fortificado ha sido la rehabilitación del tramo renacentista de la muralla, gracias a las inversiones del Gobierno central y la Generalitat, más la aportación municipal y de la Diputación destinada a la renovación del alumbrado. Un plan bianual de 700.000 euros, al que le ha seguido el proyecto liderado por el ente provincial para restaurar el castillo, con la recuperación de diferentes estancias y la tematización del recinto.

Fuera del casco histórico, la restauración más reciente es la de la Torre Badum, en Irta, a la que seguirá la recuperación de la antigua caseta de carabineros, en la cala del Pebret. El alcalde, Andrés Martínez, destacó otras actuaciones, como la restitución de la Creu del Terme en el Assagador de la Creu, la conservación del Arjup de Pitxells o mejora de campanarios del casco antiguo. H