Las presuntas irregularidades en la depuradora de Borriol se hicieron públicas el mismo día en el que iba a aprobarse en el pleno del municipio la expropiación de los terrenos para construir la planta, en enero del 2014, tras la denuncia de Compromís. Y es que la formación dio parte a la Fiscalía de que la operación se iba a realizar a un precio, “seis veces mayor al normal” y se iba a beneficiar a una empresa, Franvaltur, que resultó ser propiedad del vicepresidente de la Diputación, Francisco Martínez, y de sus hijos.

Esta situación provocó que el presidente de la institución provincial, Javier Moliner, cesara a Martínez como vicepresidente de la misma. Además, optó por abandonar su acta de diputado provincial. Martínez anunció en abril que no iba a presentarse a la reelección al frente del consistorio y que pedía la suspensión de militancia del PP. Así, el que fuera la mano derecha de Carlos Fabra abandona la política después de 24 años como alcalde de esta localidad.

De igual modo, el caso provocó la dimisión de Adelino Santamaría como diputado y poco después dejó su cargo como primer edil de Borriol alegando que lo hacía “por jubilación”. H