La entrada en funcionamiento, el pasado lunes, del nuevo centro de salud de Peñíscola supone la oportunidad de dar uso al edificio que ahora ha quedado vacío, y que durante las últimas décadas ha prestado el servicio de atención médica en la localidad. Será el consistorio, que ostenta la propiedad de estas instalaciones, el que asumirá las actuaciones ya previstas. El primer edil, Andrés Martínez, afirma que la voluntad de equipo de gobierno local «es continuar destinando a usos sociales este edificio municipal».

Una de las medidas prioritarias será el traslado de la unidad de respiro familiar, que se estrenó en marzo en unas instalaciones provisionales situadas en las dependencias de Servicios Sociales, ubicadas en la calle Pescadores. Por ello, los presupuestos locales del 2017 incluirán una partida para ello. La concejala de Bienestar Social, María Jesús Albiol, añade que «en un futuro próximo, podría alojarse un centro de día con todos los servicios de voluntariado complementarios, convirtiendo este enclave en el centro dedicado a usos sociales de referencia en la localidad».

PROPUESTAS // El antiguo ambulatorio se encuentra en la avenida Marcelino Roca, a los pies del recinto amurallado, y junto al recinto portuario. El edificio tiene dos plantas, un patio trasero y dos entradas de acceso. A pesar de que la Conselleria de Sanidad ha hecho uso de las dependencias para albergar las consultas y urgencias del centro de salud, la titularidad es del Ayuntamiento, que ahora quiere aprovechar el espacio ahora vacío. En los últimos meses ya se ha estado elaborando un plan funcional, de forma coordinada entre las concejalías de Bienestar Social, Urbanismo y Servicios. El siguiente paso será un informe pormenorizado sobre el estado en el que se encuentra la construcción, para que la brigada municipal de obras proceda a las actuaciones de adecuación necesarias. Mientras tanto, un aviso en la puerta principal indica que el centro de salud ya está en su nueva sede de la calle Ullal de l’Estany. H