Solo el 50% de los candidatos para el puesto de enterrador de Almassora se presentó ayer a la primera prueba del proceso de selección. Fuentes municipales confirmaron que de los 144 inscritos, únicamente 71 se personaron en el ayuntamiento de Almassora para realizar el examen.

La plaza para operario del cementerio municipal generó gran interés al hacerse pública, sobre todo debido a que el sueldo bruto mensual de la misma asciende a 1.673,01 euros. Sin embargo, la convocatoria multitudinaria preparada para ayer martes se redujo a la mitad. Una circunstancia que desde el consistorio achacan a que la inscripción no iba acompañada de una tasa.

Así, a las 10.00 horas, 63 hombres y ocho mujeres --de los 131 hombres y 13 mujeres inscritos inicialmente-- accedieron al aula de formación, situada en el tercer piso de la casa consistorial, para responder al cuestionario de cinco preguntas cortas y resolver sobre papel dos casos prácticos. Todos ellos, según apuntaron las mismas fuentes, pasarán ahora a formar parte de una bolsa de trabajo para cubrir necesidades temporales. La persona que encabece el listado ocupará la vacante que ha dejado uno de los dos enterradores tras su jubilación.

El concejal de Empleo, Santiago Agustí, incidió en que el interés que ha despertado la prueba «confirma la situación que atraviesan tantas familias, dispuestas a marcharse a cientos de kilómetros de sus hogares para encontrar un empleo digno». No en vano, 11 de los participantes proceden de otras provincias, con domicilio en ciudades como Sevilla, Bilbao o Toledo, en busca de un puesto de trabajo; mientras que 29 de los aspirantes son de Almassora y 31, del resto de la provincia de Castellón.

PREGUNTAS // La prueba se desarrolló durante hora y media y las cuestiones definitivas se decidieron mediante un sorteo entre las diferentes opciones. Los aspirantes tenían que identificar los edificios marcados en un plano y especificar las calles; describir las formas de adjudicación de las concesiones de nichos y el destino final de los cadáveres, según el reglamento de la policía mortuoria de la Comunitat, entre otras preguntas. Los que aprueben irán al examen práctico.