La Diputación de Castellón, con su presidente, Javier Moliner, a la cabeza, ha sido muy combativa para tratar de frenar el drama de la despoblación en la provincia. Moliner aprovechó su asistencia al congreso del PP Europeo, en Malta, para reivindicar al presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, un mayor compromiso para combatir esta problemática en el mundo rural.

También el vicepresidente de la institución provincial, Vicent Sales, situó esta semana en la agenda de la UE el problema, en el transcurso de una reunión de Partenalia con el objetivo de abordar est asunto. Sales recordó los más de 30 millones de euros consignados dentro del presupuesto provincial en materia de despoblación rural.

Y el alcalde de Morella, Rhamses Ripollés, encabezó la delegación española de los Pueblos más Bonitos para reclamar medidas a Bruselas.