El Ayuntamiento de Onda ha invertido 12.000 euros para mejorar la seguridad de todos los agentes de la Policía Local, con la adquisición de chalecos antibalas y antipunzón unipersonales. Dos de ellos fueron estrenados el pasado viernes en el operativo para extraer la granada de mano de la guerra civil que el conserje del castillo encontró en el albacar de la fortaleza mientras acometía la poda de unos arbustos.
«Hasta la fecha no todos los agentes contaban con este elemento, de manera que con esta decisión, el equipo de gobierno cumple con una demanda por parte de la Jefatura de la Policía, aumentando la protección de sus agentes frente a ataques con arma blanca o de fuego», indica la teniente de alcalde y concejala del área, Mari Carmen Aguilella.
Por su parte, el intendente principal jefe, Miguel Ángel Izquierdo, destaca que una de las características de los nuevos chalecos es que se han tomado las medidas a toda la plantilla, de forma que cada una de las piezas está personalizada y ajustada a cada agente. Además, señala que «son de última generación, cuentan con certificado de garantía y tienen una vida útil de 10 años».
Asimismo, el mando policial incide en que «con la adquisición de estos nuevos chalecos, todos los policías del municipio sin excepción van a disponer de la protección adecuada para desarrollar su trabajo en las mejores condiciones de seguridad, todo ello para que puedan realizar sus misiones con la máxima garantía y se sientan protegidos a la hora de ofrecer un servicio de mayor calidad a los vecinos».
INDIVIDUALIZADO // La concejala Aguilella incide en que la instauración de esta mejora en el cuerpo policial de la localidad «supone un avance en seguridad y garantiza la defensa propia, además de evitar que los agentes compartan este tipo de dispositivos». Y añade que «cada chaleco de dotación individual permitirá dar un paso muy importante e incrementar de forma notable la eficiencia y funcionalidad de los agentes en sus servicios y actuaciones en la calle, según la edila.
De esta forma, Onda se convierte en uno de los pocos municipios de la provincia de Castellón en los que todos sus agentes cuentan con este tipo de protección ante agresiones.
