La unidad de respiro familiar de Peñíscola ya presta su actividad en su nuevo emplazamiento, que ocupa la planta baja de las antiguas instalaciones del centro de salud. La concejala de Bienestar Social, María Jesús Albiol, indicó que tras la apertura del nuevo ambulatorio se optó por este edificio, aprovechando que es de propiedad municipal y que se había quedado vacío. «Pensamos que de esta manera se responde mejor a las necesidades de este servicio», según argumenta la edila.

El equipamiento, destinado principalmente a las personas mayores, comenzó a funcionar en marzo del pasado año en un espacio provisional. Con el cambio, según indica Albiol, «se consigue contar con un lugar más amplio, que faculta para hacer nuevas actividades y permite aprovechar el pequeño jardín que recae en la plaza Llotja Vella».

ADECUACIÓN DEL ESPACIO // Para hacer posible el traslado, la brigada municipal de obras ha realizado el repintado de las paredes y la reorganización de las superficies interiores. Los usuarios desarrollan gracias a esta propuesta, en horario matinal, una serie de talleres de psicomotricidad y labores de mantenimiento de su autonomía personal.

Uno de los próximos retos que se plantea el consistorio es la apertura de la unidad por las tardes. La Diputación de Castellón contribuye con 6.000 euros para financiar costes de personal.