La paralización del parador de turismo de Morella comienza a afectar de forma importante al patrimonio de la localidad. Los accesos al convento de Sant Francesc y al castillo de la localidad, zona prevista para alzar el edificio, presentan un estado «deplorable», tal y como indica el alcalde Rhamsés Ripollés.

«Vamos a exigir por carta soluciones a Turespaña como responsables del mal estado de estos accesos en los que hay vallas metálicas, junto a elementos de obra inacabada que dañan la imagen patrimonial de uno de los monumentos más visitados. Un problema grave», apunta el munícipe.

La misiva para presionar a los responsables de Paradores también llegará al área de Patrimonio del Gobierno de España y la harán extensiva al departamento de Cultura de la Generalitat Valenciana. «Además de que hace años que no se hace nada, esta situación está afectando al castillo y no lo podemos permitir, exigiremos una corrección y que se puedan reanudar los trabajos arqueológicos», según Ripollés.

APROVECHAR EL TÚNEL

Por otro lado, el Ayuntamiento espera un desbloqueo del proyecto por el túnel del paseo de la Alameda porque, tal y como destaca el primer edil, es «una infraestructura que costó tres millones de euros, para facilitar el paso de camiones a las obras y, a día de hoy, es una inversión que no sirve para nada si no se hace el parador».

Las actuaciones para ejecutar el túnel del futuro edificio afectaron a los accesos al castillo de Morella y tras cinco años de su finalización, coincidiendo con la celebración del último Sexenni, aún se pueden ver restos de esta construcción, como un agujero cuadrado en la misma fortaleza.

«SIN EXCUSAS»

El alcalde señala que «el Gobierno se ha quedado sin excusas porque en otros puntos de España están ejecutando paradores. Incluso hay una lista prevista para construir, mientras que aquí hace años que no hacen nada, a pesar de estar adjudicado y el dinero invertido. Está en juego nuestro futuro y la creación de muchos puestos de trabajo».

La empresa adjudicataria, Sacyr, se ha mostrado interesada en finalizar el proyecto y ha visitado la zona, así como ha mantenido reuniones con responsables municipales, para conocer de primera mano la situación.

El parador, ubicado sobre el antiguo convento de Sant Francesc, que data del siglo XII, estaba prevista para finales del 2013. Iba a tener 64 habitaciones, aparcamiento subterráneo para 74 plazas, salón de convenciones, zona de spa y piscina climatizada.