Los operarios han iniciado esta semana la sustitución de las casi 200 bombillas de la Vila por leds para reducir el consumo energético y, por tanto, la factura. La propuesta de la actuación salió a licitación por 179.800 euros y fue adjudicada por 123.094,75 euros. La renovación del conjunto del alumbrado público en el casco antiguo se extenderá hasta finales de este mes, por lo que esperan que la próxima semana estén acabadas las actuaciones.

La iniciativa afecta a 198 equipos que conservarán el brazo exterior de sujeción a las fachadas. En concreto, 183 puntos están ubicados sobre brazos de pared, nueve sobre columnas de fundición y otros seis sobre brazos en columnas de fundición. La empresa se encarga del montaje, que ha comenzado en la calle San Vicente, y mantenimiento de las nuevas luminarias y del desmontaje de las anteriores.

OPTIMIZAR Y AHORRAR

Según los cálculos de los ingenieros municipales, este sistema permitirá optimizar la luz emitida por cada farola y distribuirla mejor, a fin de evitar la creación de zonas oscuras en un barrio con una fisonomía particular por la estrechez de la mayor parte de sus calles. A ello se suma el ahorro de 5.990,44 euros anuales en la factura energética que abona el consistorio al pasar de lámparas de 150 V a focos led de 72.

El montaje del alumbrado en la Vila de Almassora se rige por el estudio luminotécnico de todas las calles y plazas de la zona y atiende a los obstáculos y salientes de las fachadas en aquellos puntos de dificultad para la instalación. Las características del casco antiguo han precipitado varias pruebas en diferentes espacios para garantizar que los nuevos focos se adaptan al entorno e iluminan suficientemente.