El momento más esperado en Morella llegó a primera hora de la tarde de ayer. A las 15.30 horas los participantes de la batalla del confeti desfilaron por las calles de la localidad con sus vestidos y disfraces. La enorme comitiva, en la que participaron 1.500 personas, copó todo el recorrido con multitud de color y música.

Una vez terminó el desfile, arrancaba el acto más singular de la fiesta, la batalla del confeti. Hasta 60 toneladas de este producto fueron lanzadas desde las carrozas y desde pie de calle durante todo el recorrido. «El confeti simboliza la batalla del color, de la paz y la diversidad», como catalogó el momento el alcalde, Rhamsés Ripollés.

Las 40 carrozas desfilaron por el recorrido sin incidentes, siendo una gran tarde de color, fiesta y diversión. En primer lugar, desfilaron los vehículos de los más pequeños de la casa, que lucían grandes tapices, siendo auténticas obras de arte sobre ruedas.

Seguidamente y por orden, que se estableció semanas antes en un sorteo, marcharon el resto de las carrozas. Las principales calles de la localidad acogieron la contienda de confeti más divertida, que se alargó hasta los últimos rayos de sol. La capital de Els Ports se convirtió en un gran río y las calles quedaron cubiertas por una capa de papel de colores. Si bien la lluvia hizo acto de presencia de forma testimonial, no deslució el acto.

DISPOSITIVO ESPECIAL

Para que todo saliera según lo establecido, un dispositivo especial de tráfico y seguridad ha trabajado intensamente durante todo el fin de semana. Como ya informó Mediterráneo, 80 efectivos de los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, en coordinación con Cruz Roja, Protección Civil y trabajadores municipales han coordinado el tráfico para garantizar la seguridad de vecinos y visitantes el fin de semana.

Además, el servicio de autobuses fletado por el consistorio trabajó intensamente desde la jornada del sábado hasta bien entrada la noche de este domingo. El transporté aproximó a los visitantes al acto desde las afueras de la localidad hasta los parkings que se prepararon especialmente para la ocasión, y viceversa.

Los 40.000 visitantes que se desplazaron para presenciar esta celebración única llenaron la localidad. El municipio ha estado abarrotado durante todo el fin de semana. Con los hoteles y restaurantes en plena ocupación desde hace meses, los calles de la localidad se llenaron de miles de personas que no se quisieron perder la gran fiesta de l’Anunci, que no se repetirá hasta el año 2023.