El teniente de alcalde de Vinaròs, Guillem Alsina; la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles; la portavoz municipal socialista de Peníscola, Isabel Esbrí; el alcalde de Santa Magdalena de Pulpis, Sergio Bou, el portavoz socialista de Alcalà de Xivert-Alcossebre, Joan Ronchera, y la alcaldesa de Torreblanca, María Josefa Tena, quieren mostrar su indignación con lo ocurrido en la tarde del domingo en la comarca del Baix Maestrat con el regional de Renfe que los domingos sale a las siete de la tarde de la estación de Tortosa con destino a Valencia. Denuncian que, una vez más, el Gobierno del PP menospreció a los ciudadanos y ciudadanas del Baix Maestrat.

Estos ediles están recibiendo múltiples quejas desde ayer por la tarde de ciudadanos y ciudadanas que aseguran “que el tren iba más corto de vagones que de costumbre”, una situación que resulta inexplicable, “teniendo en cuenta que estábamos al final de un puente”.

Al respecto hay que tener en cuenta que este regional es utilizado fundamentalmente por estudiantes que vuelven a Castellón o Valencia para reanudar las clases los lunes.

Los munícipes socialistas explican que según las quejas que han recibido, “el tren ya estaba casi lleno en Vinaròs y en Benicarlò no llegó a subir nadie, dándose la circunstancia de que en Alcalà tan solo pudieron subir dos personas, porque el tren iba repleto, como queda de manifiesto en las fotos que adjuntamos”.

Ante el caos que se produjo en la estación de Alcalà, el personal de Renfe pidió a los viajeros que desistieran de subir y que esperaran a la llegada de un autobús que los trasladaría hasta Valencia. Esto ocurrió a las 20.04 horas de la tarde y el autobús no se presentó hasta pasada una hora.

Cuando llegó el mencionado vehículo, que solo recogió viajeros en Alcalà y Torreblanca, muchos de los afectados ya no estaban en la estación porque se desplazaron hasta Valencia por sus propios medios.

Renfe quiso arreglar el problema y pudo agravarlo todavía más, porque permitió que al autobús subieran los viajeros gratis, pero sin que se les entregara ningún billete, algo “totalmente irregular y temerario porque en caso de accidente el seguro de viajeros en carretera es el propio billete”.

Según las denuncias recibidas por los ediles socialistas, la situación, además de caótica, fue indignante, porque en las estaciones de Renfe se impidió subir al tren a personas que ya habían pagado su billete. Además, los vagones no eran los habituales de un Regional, sino de trenes de cercanías.

Ante esta situación, el teniente de alcalde de Vinaròs, Guillem Alsina; la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles; la portavoz municipal socialista de Peníscola, Isabel Esbrí; el alcalde de Santa Magdalena de Pulpis, Sergio Bou, el portavoz socialista de Alcalà de Xivert-Alcossebre, Joan Ronchera, y la alcaldesa de Torreblanca, María Josefa Tena, quieren mostrar su indignación con el Gobierno del PP porque “no es de recibo que en el primer cuarto de siglo XXI se den situaciones tan vejatorias para los usuarios de un servicio público”.

Por cierto, quienes pudieron subir al tren tuvieron que hacer todo el trayecto de pie, sin poder sentarse.

Cercanías

Y es que llueve sobre mojado, porque el traslado de los estudiantes del Baix Maestrat hasta Castellón y Valencia sería mucho más fluido y ordenado si el Gobierno de Rajoy se tomara en serio los problemas de conectividad y pusiera en servicio la línea de Cercanías entre Castellón y Vinaròs, “algo que vemos que el PP no pretende hacer”.

Con su manera de proceder, “queda claro que Rajoy pasa de la provincia de Castellón y de las Cercanías a Vinaròs, no solo porque no ponga dinero encima de la mesa para implementar el servicio, sino porque según se publica hoy, los sindicatos ferroviarios denuncian que en la Comunidad Valenciana existe una alarmante falta de maquinistas de Cercanías de Renfe”. Algo que sucede por la “salvaje política de recortes practicada durante años por Rajoy que, además, se niega a cubrir las plazas que van quedando vacantes por las jubilaciones que periódicamente se producen”.