Es uno de los contenciosos urbanísticos más veteranos de la Ciudad en el Mar. La construcción, hace tres décadas, de unos locales comerciales en parte del complejo de apartamentos de Peñíscola Playa, que excedían la volumetría autorizada, supuso un largo proceso que resolvió el Tribunal Supremo, al determinar que esta edificación debía ser eliminada para restituir la legalidad.

Uno de los últimos capítulos de esta larga historia se produjo en el mes de enero, cuando el Ayuntamiento adjudicó los trabajos de derribo de la zona. Desde el consistorio indican que la actuación «está pendiente de la resolución judicial que lo determine». «Nosotros hemos cumplido con todo lo que se nos ha pedido y es el juzgado el que debe determinar los plazos», matizan. Añaden que desconocen si antes de esta demolición se deben resolver otros trámites de partes afectadas en este asunto. «En todo momento hemos hecho lo que teníamos que hacer», según añaden las mismas fuentes. En el 2011 ya se practicó una actuación parcial.

A finales del 2016 se tuvo que destinar una partida económica para que la administración local procediera a la ejecución de forma subsidiaria, ante la negativa de los propietarios afectados de hacerlo. La adjudicación de las tareas se hizo en lo primeros días del 2017, por un importe de 24.716,51 euros, IVA incluido.

No es el único conflicto relacionado con este bloque de apartamentos. La comunidad de vecinos presentó una denuncia contra un anterior presidente del colectivo por supuestas irregularidades en una contratación.