La abstención del Partido Socialista frustró las pretensiones de EU, Compromís y Som la Vall de alcanzar un acuerdo plenario sobre la eliminación de la Cruz de los Caídos de la Vall d’Uixó, pero fue acompañada del anuncio por parte de su portavoz, Javier Ferreres, de que se hará coincidir su retirada con las obras de peatonalización de la plaza del Centro.

Este símbolo franquista, el único que todavía permanece en un espacio público de la ciudad, escenificó la división entre los grupos que conforman el equipo de gobierno sobre cómo llevar a cabo el cumplimiento de la ley estatal de memoria histórica y la más reciente de memoria democrática aprobada por el Gobierno de la Generalitat valenciana.

EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO / En el tripartito coinciden en la esencia: el monumento es un símbolo franquista y su eliminación «dignificará la memoria de quienes no se sienten representados por él». Las discrepancias surgen en las formas. Para los firmantes de la moción, el gesto debe realizarse sin más demora y a través de un acuerdo plenario, que desde las filas del PSOE «no entienden», porque, como dijo Ferreres, están «trabajando sobre el tema». De hecho, avanzó que se sustituirá por un monumento a la música, del cual incluso cuentan con bocetos. Pero para llegar a ese punto, precisó el portavoz socialista, esperarán a contar con los informes que se han encargado a los técnicos municipales.

Su voto neutro no fue bien recibido por sus compañeros de coalición. El portavoz de EU, Antoni Llorente, señaló que en este tema han sido «muy pacientes» y adujo que resulta difícil entender determinados posicionamientos políticos cuando, por ejemplo, «el obispado retiró el escudo de la iglesia de los Desamparados, en la Colonia Segarra, sin necesidad de pedir informes y no pasó nada, no hubo polémica».