¿Se puede convertir en música un río? Si preguntamos a cualquier profano en la materia puede levantar los hombros tratando de imaginar cómo sonaría. Pero si acudimos a un compositor, solo tendremos que darle el tiempo suficiente para que la inspiración cree una banda sonora que nos trasladará a cualquier lugar escogido.

Así ha sucedido con el vallero Iván Romero, saxofonista, compositor y director de entidades musicales, que hace algunos meses recibió un encargo del concejal de Cultura, David Lluch, para poner banda sonora a les Coves de Sant Josep, a iniciativa del Conservatorio de Música Profesional de la ciudad. Hoy, el proyecto no solo es una realidad, sino que se convertirá en uno de los atractivos adicionales de los que disfrutarán los participantes en los Congresos Nacional e Iberoamericano de Cuevas Turísticas, que se celebrarán en el municipio a finales de la próxima semana.

Romero ha intentado aglutinar en su partitura «las disonancias y consonancias» que evocan las grutas, «esa mezcla de tranquilidad y lo contrario, de luces y sobras, su constante contraste».

Como confirmó el conseller delegado de Emsevall, Jorge García, la pieza original se estrenará en Cuevatur gracias a la producción de un audiovisual que se grabó en el embarcadero del río subterráneo, con la colaboración de una representación de la banda del conservatorio, formada por 40 músicos de entre 14 y 18 años, según el director del centro, Juan Carlos Fernández, que recordó que esta original idea surgió a principios de curso por iniciativa del profesor de orquesta Salvador Sebastià.

¿Cuál ha sido el resultado? Eso solo puede escucharse.